miércoles, 18 de noviembre de 2015

mentirosa

Te dije que no. Y sigo viniendo. Como una estúpida, porque ni la necesidad de catarsis se extingue en estas palabras mal acomodadas.
La terapia es una madeja rechoncha y áspera. Cara, además. Y ya estoy harta de los vicios urbanos que no me acuerdo cuándo empecé a consumir.
Te dije que sí, y al final no era tan así. Porque no pude decirte que no, porque no tengo el coraje. Ni el de invitarte a tomar el té, ni el de mandarte al carajo. En los dos casos se trataría de lo mismo: de arrancarte del lugar maldito desde el que tu vapor me quema la naríz.
Te miento descaradamente. Y desnuda me tapo los ojos para que no me veas. Ridícula.
La histeria, no es cierto? no existen causas, y no te das cuenta. Era así?
No me alcanza con vomitar el resto de pensamientos que no llegan a palabras. Ni me alcanza tampoco deshacerme en grafemas de aire y líbido.
Te miento porque no puedo darte nada más real, que todo el mundo que invento para vos.

martes, 3 de noviembre de 2015

Vuelvo para decirte, que no voy a volver  a decirte.
Así me despido.
Con palabras. Tu deleite, mi debilidad.
Hasta hoy.
Te guardo en la retina, fondo del tintero con el que te escribí mi alma.
No doy vuelta la página.No se termina el capítulo.
Nunca hubo libro.
Las palabras... viste cómo son. Como el fuego. 
Se apagan. Se consumen. 
Queman.
Arden, como este adiós.

https://www.youtube.com/watch?v=h1TQRJWLZ3s