lunes, 14 de mayo de 2012

Mordida de hielo

El dolor es frío, no tengo duda.
El amor puede ser  caliente, o no. Pero el dolor es hielo. Dientes afilados como estalactitas y estalagmitas que trituran toda voluntad de vivir.
La nada puede ser oscura, o no. Pero el dolor es gélido. Paralizante sensación de desconsuelo...
Todo infortunio parece acontecer en invierno. No hay beso de verano, ni sonrisa de primavera.
Claro que la impronta pictórica de los chocolates y el brandy al fuego podría ser la adecuada refutación de esto que digo. Pero no. Esa es una opción, es solo una de las miles posibilidades que puede acontecer entre bajas nubes negras. El frío es frío. Como el dolor.


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